La cálida Perla de los Andes ya se viste de colores para dar inicio a su fiesta de carnavales. Luego de un año vuelven los personajes más extravagantes y el conocido Ño Carnavalón.
Esta celebración de la cultura popular tiene como origen a un personaje muy particular, que dejó un legado de entretenimiento y tradición. Este fue Don Calixto, un hombre muy culto, pero a la vez bohemio y mujeriego, quién recibió un castigo por su conducta indecorosa con las jovencitas de la época. Ese escarmiento por parte de la población, sirvió para que hoy, sea recordado y satirizado con alegría; y que mejor manera, en los carnavales.
Del 20 de enero hasta el 8 de marzo, se lleva a cabo la celebración, donde toda Tarma se viste de colores, las calles se llenan de los personajes de aquellos tiempos, Don Calixto es el Ño Carnavalón y está acompañado de Ña Pimienta, los elegantes arlequines, damas y caballeros de la época republicana. El toque musical es la muliza cantado por los vecinos de los barrios que se disputan en el pasacalle como la mejor comparsa.
Para los visitantes esta festividad es todo un deleite de emociones, los cuales disfrutan el programa preparado especialmente para que todos los que llegan a Tarma gocen y se vayan con la idea de volver el próximo año.
El primer día se realiza la presentación de correos, llena de jocosidad y burla hacía los elementos tradicionales y aristocráticos de la sociedad.
El segundo día, nadie falta al pasacalle, y por la noche a la gala “Rompimiento de la Muliza”, el Coliseo Cerrado Manuel A Odría es el punto de encuentro de estos cánticos y del huayno tarmeño. El tercer día, por la tarde las calles nuevamente se llenan de las agrupaciones que hacen espectáculo con sus comparsas entre mulizas y huaynos.
El cuarto día se presenta la Negrería Huanuquillana, por la fiesta patronal en honor a la Cruz de Carnaval. Y continúan las comparsas por las calles principales de la ciudad. El quinto día, luego de varios días de entretenimiento, es el entierro del Ño Carnavalón, donde se escucha el testamento dejado por el alegre Don Calixto.
Finalmente, el sexto día son premiadas las instituciones y barrios que participaron en los pasacalles, aquellos que dieron vida a esta ciudad y demostraron creatividad, esmero y la enseñanza de no dejar morir las tradiciones de su tierra. Ya sabe, si quiere pasar días interminables de carnaval, visite Tarma, quien espera con su privilegiado clima y gente maravillosa.
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