No es tan importante ir rápido, sino que uno no se detenga, y un claro ejemplo de emprender y dar vida a nuevos planes, está en el testimonio de Marianella Zárate Hinostroza, para quien el aprendizaje constante e ir a la acción son parte de su vida.
Para Marianella uno de sus mayores ejemplos para emprender fue su abuela, quien siempre le infundió ser una persona capaz de valerse por sí misma y contar con estudios. Habiéndose formado como cosmetóloga, se ayudó de su trabajo como manicurista para poder financiar su carrera de técnica en contabilidad, sin embargo, tiempo después por asuntos familiares tuvo que dejar la contabilidad y dedicarse al rubro de la cosmética, no estaba en ese momento tan especializada, pero si la motivaba la idea de tener su negocio.
El aprender nuevas técnicas e ir implementándolas con buenos productos le dieron cuenta del gran aporte que podía hacer para ayudar a otras mujeres a empoderarse no sólo con su apariencia, también con su personalidad, ayudarlas a sentirse seguras de sí mismas.
Inicia su día desde temprano, lleva a su hijo al jardín, apertura su salón de belleza, coordina lo que se debe hacer con el administrador y de tener alguna cita atiende a su cliente en el tiempo programado, dicta clases durante las tardes y procura pasar el mayor tiempo posible con su pequeño de cuatro años.Haciendo un balance desde hace seis años hasta el momento, considera que no ha sido un camino complicado, “La verdad, difícil no ha sido, pienso que cuando te gusta hacer algo y le pones pasión y realmente lo quieres y te aferras, es fácil” asegura.
Ha trabajado desde los 16 años de edad. Como jefa se califica como estricta y exigente, le gusta ayudar al desarrollo de sus colaboradores, “Busco bastante que crez can como profesionales, estoy en constante capacitación con ellos”, indica Marianella. También trata de ser un soporte para cada uno de sus colaboradores, siente que puede percibir el talento de las personas y ayudarles a encaminarlo, así como darles la confianza para hacer nuevas cosas.
Entre sus proyectos está el de consolidar la escuela de maquillaje que inició el año pasado y para la que proyecta especialidades como maquillaje y tricología capilar. Asimismo, a mediados de año planea abrir una tienda de productos cosméticos de calidad y seguir capacitándose para brindar un mejor servicio y tratamientos innovadores en cosmética.
Su consejo para otras mujeres se remite a lo que su abuela le inculcó, es que, si se caen, tienen la obligación levantarse y volver a intentar. “Si tienen miedo, tienen que vencer sus miedos y empezar, y si se equivocan tiene que levantarse y volverlo a intentar, y funciona”, concluye.
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