Narrador, cronista, periodista, cuentista, novelista. Más de treinta años dedicado a esas labores. Hace un alto en su ajetreada labor y se sienta a contarnos un poco de su vida, de su historia, de sus varias novelas y libros de relatos. He aquí lo que nos dice.
«Nací prematuro, sietemesino, y casi me achicharro en la incubadora”, dice sonriendo. “Y nací un 6 de marzo, el mismo día que Gabriel García Márquez y Enrique García Sayán”.
Rememora dos cosas de su infancia: las interminables revistas (hoy cómics) que leía hasta los doce años y los cuentos de ultratumba que le contaba su abuela materna. Cuenta que en una ocasión no hubo cómics porque un deslizamiento había cerrado la carretera y entonces su padre, un elegante señor de saco y corbata, le dio a leer el libro ‘Corazón’, de Edmondo de Amicis, obra cumbre del romanticismo italiano con la que le ganó la lectura para siempre.
“Fue difícil escribir, sobre todo porque mi madre no quería que fuera escritor, pues yo venía de una familia de ingenieros, y lo hacía a escondidas”, recuerda. A los 17 años ganó un premio nacional de novela, y muchos premios de cuentos y relatos, hasta que a los 30 años obtuvo el premio del Banco Central de Reserva, con la novela ‘El llanto en las tinieblas’, que le abrió innumerables puertas, lo llevó por el mundo y le franqueó amigos de la talla de Mario Vargas Llosa. “Pero mi madre siguió negándose a que yo fuera un escritor. No fue a la presentación de mis libros sino hasta el quinto, cuando por fin se convenció de que realmente podía ser un escritor”, dice el escritor riéndose.
Su otra novela se llama ‘La fauna de la noche’, un thriller histórico, que se mueve entre el renacimiento español y la dictadura de Fujimori, donde el tema que enlaza estos dos tiempos es la medicina. “Siempre que escribo, lo que fuere, tengo mucho miedo publicar”, se confiesa Bossio Suárez.
El aroma de la disidencia
Su tercera novela es una ficción de amor, histórica, con final fantástico. Se trata de la historia de las tres hermanas de Aspandante, dos bellas y encantadoras, y una grotesca y deslucida: Rósula. Pero Rósula es diferente, pues posee hermosas dotes como escribir, tocar el rabel, leer a los clásicos españoles y cocinar sabrosuras de la mano de la guisandera Paguatanta. La vida de la familia se verá trastocada cuando llegue al pueblo el capitán Silvano Martel, lugarteniente del general Simón Bolívar, quien enamorará a las tres hermanas y a unas cuentas jovencitas más. Sin poder tocar el corazón del joven, las dos hermanas bellas pedirán –cada una por su lado y sin que la otra lo sepa– que Rósula les escriba cartas de amor para conquistar al oficial. Rósula, ambidiestra, lo hace, sabiendo que no tendrá más oportunidad con el capitán.
La novela también tiene escenas esotéricas, que van perfilando poco a poco el final, y varias escenas donde situaciones extremas se hacen presente, como cuando acaece la fiebre de la estranguria.
Pero también hay situaciones políticas y de guerra: renace el tema del indio, de la batallas de Junín y Ayacucho (que fueron peleadas por peruanos en los dos bandos), de la dictadura cerril de Simón Bolívar, quien desarticuló el Perú de la casi mitad de su territorio y devolvió la esclavitud a cambio de su libertad.
“‘El aroma de la disidencia’ es una novela de amor, pero es sobre todo una novela de guerras, donde me serví de la historia romántica para presentar las peores atrocidades que los indios peruanos tuvieron que vivir al mando igual de los virreinales como de los libertarios”, señala Sandro Bossio Suárez.
Y es momento de sentarnos a leerla.
Datos:
Gracias tu mensaje ha sido enviado.
Te contacteremos a la brevedad posible.
Déjanos tus datos y nosotros te contactaremos. Los campos son obligatorios.