Uno de los músicos más representativos de nuestra región Junín, llevando consigo el legado de su amigo, compositor y violinista, Zenobio Dagha Sapaico, en la escena andina.
Texto y fotos: Hurben Albornoz
uancaíno de nacimiento, de padre andahuaylino y madre yauyina, ambos cantores. Pio Almarino creció dentro de una familia musical, donde posteriormente comenzó a sentir curiosidad por el canto y la música. Desde los 14 años co-menzó a pertenecer a grupos musicales, empezando desde su colegio.
En la plenitud de su juventud, creó el grupo Llajta Huayra “Vientos del Pueblo”, con música netamente andina, ahí comienza con más fuerza su vida artística, donde produjeron dos discos. Una vez terminada la experiencia Llajta Huayra, se dedicó a la producción musical de diferentes grupos de corte andino.
En el año 91, Sixto Ayvar, director del grupo Alborada, invitó a Pio Altamirano a formar parte del grupo y viajar a Alemania, ahí participó en el disco llamado “Dedicado”. Luego retornó al Perú, y abrió una peña llamada “El Espi-gón de Andrés”, con 14 años en el mercado huancaíno.
No satisfecho, a sus 54 años de edad, conformó el grupo “Duo Encuentros” que duró una temporada, pero que logró promocionar dos discos, “Expresiones 1” y “Expresiones 2”, que contiene un multigénero musical, como villancicos, cumbia, pop y música andina.
Tras tantas aventuras y experiencias durante su carrera, Pio llegó a conocer a Zenobio Dagha, una amistad que tras-cendería hasta después de la muerte del gran interprete. Durante este periodo lograron grabar un casete, con temas poéticas de Felix Huamán Cabrera, de donde nacería la propuesta de grabar temas con cuerdas, de las cuales solo avanzaron 6 ensayados.
En el 2019, gracias al estímulo económico del Ministerio de Cultura, Pio Altamirano y la gestora cultural Katerine Retamozo, lograron ganar el concurso nacional con el proyecto (festival y disco) presentado en honor a Zenobio. Así inició el sueño de hacer realidad la promesa hecha a Don Zenobio, sin embargo, se complicaría por las restricciones de la pandemia.
“Fue muy complicado, grabamos en cinco salas, por partes. Algunas partes grabamos en Lima, Huancayo, salas de algunos amigos y hasta en mi casa donde tengo un pequeño estudio. Un primer grupo de orquesta típica, otro grupo de músicos de viento y cuerdistas (que era lo que quería Zenobio), el siguiente grupo fue de músicos del género Folk Rock, y el siguiente bloque, con el ensamble femenino de la sinfónica nacional, a cargo de Marielena Pacheco, lo-grando avanzar el proyecto en ese orden. Lograron participar entre 45 artistas, tales como: Rubí Palomino, Saywa, Gloria Ramos, Gianella Luque, Adolfo Salazar, coristas, Hoosein Pariachi, entre otros, y mi persona”, nos comentó Pio Altamirano, con mucha alegría en el rostro.
El proyecto del disco en honor al maestro Zenobio Dagha, lleva por nombre “Hermano Shray”, que contiene 14 temas musicales ya concluidos y mostrados poco a poco en el canal de youtube de Pio Altamirano, donde lleva ya publicado el 4to tema musical. Este mes, Pio nos comentó que saldrá un tema santiaguero. Y está pendiente el con-cierto donde se presentará todo el disco completo en vivo. “Estoy muy agradecido con todos por la aceptación del disco, por las palabras lindas que me llega, espero mantener la calidad y ese espíritu que aprendí de Zenobio, que las cosas se hacen bien o no
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