Un solo territorio, un escenario diferente; cuando la valentía y la destreza se juntan para demostrar el emociónate rodeo de toros en plena selva central.
Un clima acogedor recibe a las decenas de familias que llegan a la celebración de un aniversario más de la provincia de Oxapampa, además para venerar a Santa Rosa de Lima patronada de esta ciudad de colonos austro-alemanes.
Es un año más desde que se fundó esta población y es motivo para festejar como se debe, con actividades que recuerdan las costumbres de aquellos hombres que llegaron a esta tierra por una nueva oportunidad; es común que los oxapampinos den gala de esas tradiciones, y los beneficiados son los turistas y visitantes que gozan de aquellos espectáculos solo vistos en esta parte de la selva central.
Entre los muchos eventos que se dan entre el 29 y 30 de agosto, está el emocionante rodeo; aquí nos transportamos al lejano oeste y cambiamos de escenario, este año en la segunda edición del D´Oxa RodeoFest, hasta donde llegaron vaqueros de diferentes nacionalidades, como México, Estados Unidos, Chile y nuestros compatriotas de Oxapampa, Pozuzo, Izcosacín y Puerto Bermúdez. El público al ingresar al rancho de por sí ya se lleva el mejor recuerdo, en el lugar se desarrollan muchas actividades relacionadas a la cultura vaquera.
En el extenso rancho el evento ofrece desde platos típicos, venta de artesanías, Merchandising de las bandas invitadas, Souvenirs, hasta indumentaria para los fanáticos del oeste. Y todo acompañado de música Contry y rock con grupos internacionales.
Pero el plato fuerte de los días de vaqueros es el campeonato de rodeo, el espectáculo empieza con “el tumba toros” donde se aprecia la habilidad y destreza de los vaqueros para recostar al toro, cuanto más rápido se gana; la delicadeza y bravura de las damas también se aprecia en el ruedo con la exhibición de barrileras, aquí destaca la precisión, al montar su caballo y recorrer el obstáculo.
La gente se entusiasma, a silbidos se impacienta, el sol va cayendo y la hora de que salgan los toros empieza; luego de haberse encomendado los vaqueros uno a uno salen con una fuerza que solo las cámaras registran al instante, la furia de la bestia impulsa arriba y abajo, de lado a lado, y el héroe dura según lo permita su estrategia y preparación. Cae uno a uno, la diferencia los tiempos que pudo dominar al animal que sufre su derrota.
Es otra experiencia, ver este intercambio cultural, y solo es una parte de Oxapampa que cumplió 124 años de fundación. La fiesta se expande en toda la provincia y atrae a propios y extraños para disfrutar de actividades sanas y al aire libre, donde un visitante sale contento tanto por el trato de su gente, su gastronomía, sus paisajes y saber qué lindo es viajar. Hasta el próximo año Oxapampa.
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