Llegues a la hora que llegues a Pichanaqui, el calor te recibe afectuosamente, el cuerpo cambia a esa sensación agradable de selva, provoca tomarse algún refresco de quito, subir al monte, meterte al río, un chapuzón o hacer deportes de aventura.
Por: Juan Carlos Arroyo
Pichanaqui está ubicada en la selva central peruana y conforma uno de los 6 distritos de la provincia de Chanchamayo, llegar hasta esta zona no tiene complicaciones; si estás en Huancayo, puedes encontrar buses directos, que demoran alrededor de 6 horas, si estás en la capital, puedes tomar un vuelo hasta Huancayo y hacer el mismo trayecto en bus.
Pichanaqui tiene un clima más caluroso a diferencia de otras partes de la selva central, y también ofrece un recorrido turístico mucho más aventurero. Podemos resumir algunos de ellos, en un recorrido turístico full adrenalina. Para comenzar, tenemos el Canoping, deporte extremo que consiste en pasar de un lado a otro en distancias largas sobre un cable de acero, el recorrido puede estar sobre un río o una quebrada; si te encuentras en Pichanaqui, debes de practicarlo al menos una vez en la vida, ya que en este distrito se encuentra uno de los más grandes de toda la selva central, con 320 metros de longitud, con un recorrido aproximado de 30 segundos, que te aseguran adrenalina pura.
Terminando dicho deporte, adentrándose mucho más a la selva de Pichanaqui, se puede visitar el Túnel de los Amblipigios o la Caverna de Shivatari, dichos atractivos naturales guardan dentro de ellos, curiosas historias de animales. Se cuenta que, en la época del terrorismo, dentro del túnel se escondían personas, por el difícil acceso muchos pobladores lograban salvar a sus familias. En la caverna se puede hallar un pozo o río subterráneo, sus aguas cristalinas invitan a darse un chapuzón al natural. Dentro del túnel y la caverna habitan murciélagos, y una especie de arácnido no venosos llamado Amblipigio, un cruce entre araña y alacrán, aterrador a simple vista, pero maravilloso como especie.
Pichanaqui también nos ofrece, como en diferentes partes de la selva, las famosas cataratas, entre ellas y la más hermosa, la Catarata Zutingari, que desemboca en un pequeño río, de no tan larga distancia, donde se puede practicar el deporte de “Camarotaje”, en este deporte se usan las cámaras de las llantas como una especie de flotador, y pueden lanzarse a las aguas y dejar que la corriente los guie, deporte extremo imperdible en este distrito, y si eres principiante, cuenta con diferentes niveles, según la experiencia que deseas vivir.
Algo sorprendente para apreciar es la “Piscina Ecológica Marinahuanti”, un atractivo ecológico y natural cristalino en todo su esplendor, ideal para pasarlo en familia una tarde de piscina. Se debe tener en cuenta que en todos los atractivos turísticos se respeta mucho el medio ambiente, es así que cada visita es cuidadosamente planificada y explicada para no dañar las plantas ni la naturaleza. Y si deseas tener un contacto más cercano con la naturaleza, puedes experimentar algún tratamiento médico natural en la “Aldea de Salud” de la asociación de sabios Ashaninka Antiabyarite de la Selva Central, donde se encuentra un maestro huesero, una hierbera y un especialista en baños de vaporización, que pueden quitar males y malas energías, así como estabilizar energéticamente el alma y cuerpo; y si fuera poco, también cuentan con el reconocido Sharete Ashaninka quien es un maestro del Ayahuasca.
No hay pierde en visitar Pichanaqui, con amigos, familia o en pareja; toda la experiencia se vive una sola vez.
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