Un paseo por la ciudad mítica de Wari
A través de su história
El estado Wari, junto con el de Tiahuanaco, fueron los reinos dominantes del mundo andino, siglos antes de los Incas. Recorramos sus calles de piedra y argamasa, recordando su histórico esplendor.
El carro ha recorrido 22 kilómetros al noreste de la ciudad de Huamanga para llegar a los restos de aquella ciudad pre inca que vive como huella del pasado; Wari. Lugar que, curiosa relación, no dista mucho de las quebradas de Pacaycasa y Taranayco (lugares donde se encontraron huesos de animales del Pleistoceno).
Ingreso al Sitio Arqueológico de Wari, y sobre mis pasos, quizás, estén enterrados los restos de una de las ciudades míticas que antecedieron al Tahuantinsuyo. En realidad tienen más de 10 sectores distintos, herencia de lo que los historiadores ubican en el Horizonte Medio; el imperio Wari (600 – 1100 d. C.)
La ciudad cuenta aproximadamente con 1000 hectáreas y 18 kilómetros cuadrados. Wari fue su capital. Cultura que desde Ayacucho hereda a los demás señoríos, con características comunes en el arte, la arquitectura y la tecnología, además de la influencia del “Dios de los báculos”.
Avanzo entre la ciudadela hecha de piedras con argamasa e ingreso al recinto de Vegachauq Moq. Una impresionante formación lítica en forma de “D”, con asientos alrededor. “En este sector se ha demostrado que Wari tuvo una influencia inicial de Nasca y posteriormente Tiahuanaco. La presencia temprana de edificios construidos con barro compacto y adobes a los que después se incorpora una arquitectura de piedras y bloques megalíticos labrados, son evidencias que sostienen esta propuesta”, escriben los docentes de Ciencias Sociales de la Universidad de Huamanga, José Ochatoma y Martha Cabrera.
Me pierdo en Callipata y sus paredes de 8 y 12 metros de altura mientras pienso en los 40 o 50 mil habitantes que pisaron este suelo y disfrutaron de este aire, mucho antes de la llegada del Incario.
