Fijarse metas y alcanzarlas no es tan difícil si la perseverancia y la determinación son nuestros principales pilares, lo que sin dudar nos llevará a alcanzar el éxito del que hoy disfruta Milagros Castro Ártica.
Sus dieciocho años de experiencia en el mundo del emprendimiento nos dan cuenta de su indesmayable deseo de alcanzar sus sueños, dueña de su propia marca de ropa, ha podido llegar a nuevos mercados y proyectarse en poco tiempo a internacionalizar Mya Line Fitness, su marca.
Fue con 22 años de edad que el deseo de prosperar económicamente la llevó a crear su marca de ropa deportiva, inicialmente Gamarra fue su centro de actividades y luego fue creciendo llegando a abrir seis tiendas en Lima y consolidándose a nivel nacional, para más tarde incursionar en cadenas de distribución a nivel internacional en Ecuador, Chile, Bolivia y Costa Rica.
Apasionada en el trabajo y disciplinada, Milagros siempre está dispuesta a conocer espacios de crecimiento y mejora, por ello, la renovación de conocimientos es una constante en su vida. Asimismo, está aventura de casi dos décadas le ha brindado muchos desafíos y aprendizajes que han sido importantes aportes para su crecimiento personal y profesional como líder. De igual manera, su labor le ha permitido ayudar a muchas mujeres en sus procesos de cambio y empoderamiento.
A través de los años el camino no ha sido fácil y adaptarse a los cambios fue fundamental para conducir su negocio de la mejor manera. Ahora, su día a día transcurre entre su fábrica, tiendas, el gimnasio y su casa, “Es un desafío constante, pero también una fuente de satisfacciones inigualables”, indica Milagros. Para ella resultan retadores los días en que la gestión del tiempo y la toma de decisiones exigen su actuación inmediata, sin embargo, estos terminan siendo los días más productivos.
En sus diferentes facetas siempre da lo mejor de sí, en familia con su socio y esposo Augusto De la Cruz disfruta la vida que ha construido, como mamá, es amorosa y exigente, lo que no impide que trate de pasar buenos momentos con su familia. Como hija, siempre tiene en mente lo mucho que sus padres han hecho por ella.
Su mensaje para las futuras emprendedoras, que son sinónimo de lucha y poder, es que “No desistan, la perseverancia es clave. Confíen en su instinto y visión. Sé que hacerlas avanzar con recursos limitados es difícil pero no imposible. Aprendan de los errores y sigan adelante, …si ya tienen un suelo para pisar, busquen un cielo para alcanzar”.
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