Yosly Oregón
Uno de sus primeros recuerdos ligados al arte suena a ritmo de guitarra, tambor, charango, quena y zampoña, recogiendo toda la alegría del pájaro campana y el pájaro chogüi de la galopa paraguaya, y es que el folklore lo lleva en las venas, así Yosly Carolina Oregón Tapia quien comenzó a amar la danza, con los temas que su papá le inculcaba.
Siempre animada, resiliente, creativa y motivada a ir por más, Yosly Oregón es una emprendedora que ha conducido muy bien su carrera, sabiendo sacar provecho a una actividad de la que no todos pueden vivir.
Pese a haber nacido en una familia que cultivaba el folklore, llegar a donde hoy se encuentra no fue fácil, si bien es cierto dedicaba largas horas al ensayo y aprendizaje de las diferentes danzas, no pudo pasar a integrar el elenco del centro cultural, lo que se convirtió es su primera frustración. Pues, el ser muy alta le dificultaba conseguir una pareja de baile.
Consecuentemente, siendo sólo una adolescente se alejó del baile y se dedicaba más al teatro de títeres y la poesía con la que ganó un concurso del Colegio Juan Pablo.
A los quince años fue contratada por su mamá como profesora de danzas, eso le sirvió para reconciliarse con la danza y preparar a sus alumnos para ganar. También fue un aporte para crear su método de enseñanza, trabajar la coordinación y la gracia de sus alumnos.
Más tarde en la universidad y estudiando la carrera de informática, acompañó a su hermana a un concurso de danza internacional, donde “Perú era el país más ovacionado y me sentía orgullosa porque yo sabía bailar eso, entonces yo llegué a Perú decidida a ser profesora de danza”, indica Yosly. Conversó con sus papás para que la apoyen y empezó sus estudios.
Ahora como directora de su propio elenco Yosly abre las puertas a todos aquellos que deseen bailar y tengan la habilidad, sin que el físico sea un impedimento. Por otro lado, la maternidad fue un momento para dejar en suspenso su negocio, pues antes por sus actividades llegaba de noche a casa, su elenco se separó y tomó otro nombre. En ese momento, Yosly decidió retomar la danza con sus alumnos de talleres, practicando con empeño y dándoles el aliento para seguir mejorando.
Como directora de “Tuky”, Yosly tiene la paciencia para enseñar y aprovechar el talento de sus alumnos, programa reuniones semanales y mensuales para la realización de actividades; como profesora tiene paciencia y es exigente con sus alumnos, en el elenco reconoce el potencial de su equipo, les apoya y distribuye equitativamente las ganancias, y como mamá se siente motivada y comprometida a dar a sus hijos una formación similar a la que ella recibió de sus padres, cultivando el arte en ellos y rodeándose de personas con ideas parecidas.
Su día a día inicia alistando a sus pequeños para el colegio, después va al Colegio María Auxiliadora donde enseña danza hasta la tarde, luego regresa a casa donde comparte con sus hijos y organiza las actividades del centro cultural, más tarde se va alistando para sus labores en la Universidad Continental, donde trabaja como directora del elenco de danza.
Su consejo es que pierdan el miedo, “No tengan miedo que en el camino uno va aprendiendo de los errores; el segundo es que sean perseverantes y el tercero es que no sean conformistas, porque en el primer ápice de la indisciplina hay personas que te toman la ventaja”. Entre sus planes a cargo del Centro Cultural Tuky está la realización del Festival folklórico “Danzar de los Andes” y el concurso de danzas inter universidades.
Emprendedora
La Lic. Yosly Oregón Tapia se formó como docente de danza en la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, es directora del Centro Cultural Tuky y directora del elenco de danzas de la Universidad Continental. Junto a su papá y hermana ganó los concursos del Ministerio de Cultura con proyectos para la recuperación
de la identidad y las lenguas originarias.
“La danza es una historia contada con el cuerpo”, asegura. Danzas como las tijeras que nos permiten conocer el sentir de sus personajes son las que causan mayor impacto en el público.
