
Los nuevos lienzos del Señor: Símbolo de evangelización y muestra de verdaderos milagros
Una nueva etapa de cambios, más milagros y una fe que crece año con año.
Texto: Gianpiere Peralta Mendoza
Fotos: Cortesía
El fervor religioso que vemos cada octubre en las calles de la Incontrastable esconde una mística de fe y devoción que se manifiesta en cada persona que acompaña en las largas jornadas de procesión en honor al Cristo Morado.
Durante los años 60, durante el creciente fervor de los fieles del Señor de los Milagros se tomaron decisiones importantes que marcarían el futuro de la feligresía católica huancaína. Y entre los principales serían, reemplazar los lienzos primigenios para su preservación, los cuales se usaron hasta 1961.

Por ello, toda la hermandad realizó denodados esfuerzos para adquirir los nuevos lienzos, logró que significó un hito histórico de la hermandad aquel año. Es así que, el primer nombre que sonó para encargarse de tal misión era Alfredo Viaggi, un afamado pintor italiano radicado en Lima, cuya fama sonaba en la capital y se le adjudicaba a su pincel muchas obras de arte. Con tal bagaje, miembros de la Hermandad encargaron al artista la confección del lienzo, el mismo que podemos ver hasta nuestros días.

El lienzo actual, es un óleo sobre lienzo con unas medidas aproximadas de 1,55 cm de alto por unos 1,40 de ancho, ambos son un conjunto de perfección y delicados detalles, que el autor impregna en esta obra maestra. Sin embargo, es importante destacar que se adjudica este trabajo también a don Dionisio Zanabria, quien habría sido el encargado de confeccionar el arco en plata y los rayos dorados que fueron presentados también ese mismo año.

Un dato curioso es que, este conjunto de lienzos no es exclusivo de la ciudad de Huancayo, ya que hay 4 copias en el país, que finalmente son conservadas en cuatro ciudades: Cañete, Chachapoyas, Huancayo y el distrito limeño de Surco.
En una comparativa de estas cuatro copias, podemos destacar que las que tienen mayor similitud, ya sea porque no ha perdido su originalidad a través de los años o tenido varias restauraciones, es la de Huancayo y Chachapoyas. Guardando un profundo respeto por el autor y los delicados trazos de este.

Los recuerdos aún presentes de algunos hermanos que todavía nos acompañan, relatan aquella mañana del 08 de octubre de 1962, cuando con mucho júbilo y alegría, la ciudad llena de fe recibió como un milagro más la llegada de este conjunto artístico. Con una ceremonia en la Catedral de Huancayo, se bendijo y develó ante la feligresía huanca, los nuevos lienzos que procesionarían a partir de aquel año para derramar infinitas bendiciones en sus fieles devotos.

En las últimas décadas, el anda actual del Señor ha sufrido cambios y mejoras sustanciales; si en aquel año el anda pesaba 500 kilos aproximadamente y solo poseía un rayo, en la actualidad el peso está cerca a los 2000 kg y se ha ido incrementando a través de la inclusión de joyas y objetos de mucho valor, todos donados por fieles quienes de alguna forma han sido bendecidos con un milagro personal.
Dentro de algunas leyendas urbanas que se han tejido a través de los años, se menciona que el rostro de la Virgen que está en el lienzo del Señor de los Milagros pertenecería a la madre del pintor. Asimismo, se comenta que curiosamente los rostros de la Virgen de la Nube y del Niño Dios, suelen cambiar de expresión en situaciones o momentos que le puedan agradar como también no.
Así se vive cada octubre, no solo lleno de fe y tradición, sino de historia y de anécdotas que se quedan impregnadas en el tiempo, así como, el incienso en la comunidad asistente.
23/10/2025
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