
La tradición navideña se expresa en sabores que trascienden fronteras, y un país latinoamericano ha convertido este dulce en parte esencial de su identidad cultural.
En cada mesa navideña del Perú, el panetón ocupa un lugar central. Lo que comenzó como una tradición importada desde Italia se transformó en un símbolo nacional que hoy posiciona al país como el mayor consumidor de panetón en el mundo, superando incluso a Italia y Chile.
De acuerdo con estudios del sector alimentario, los peruanos consumen más de 30.000 toneladas al año, lo que equivale a un promedio de 1,1 a 1,3 kilos por persona. Esta cifra refleja no solo la popularidad del producto, sino también su arraigo cultural: en Perú, el panetón dejó de ser un postre exclusivo de diciembre para convertirse en un acompañante habitual de reuniones familiares y celebraciones comunitarias.
La costumbre de acompañarlo con chocolate caliente es una de las particularidades que distingue al consumo peruano. Mientras en Italia se sirve como postre con vinos o licores, en Perú se convirtió en un desayuno o merienda compartida, especialmente en las fiestas de fin de año.
El mercado local también ha impulsado esta tendencia. Grandes marcas nacionales producen millones de unidades cada temporada, y la competencia ha generado una amplia oferta de precios y variedades. Desde panetones tradicionales con pasas y frutas confitadas hasta versiones con chispas de chocolate o sin gluten, la diversidad responde a la demanda de un público que lo considera parte de su identidad.
Aunque Brasil es el mayor productor mundial, con empresas como Bauducco exportando a más de 50 países, es Perú el que lidera el consumo. Este fenómeno se explica por la combinación de tradición, accesibilidad y el valor simbólico que el panetón tiene en la cultura peruana.
Fuente: La República /24/12/2025
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