Los agricultores peruanos rechazan el proyecto de ley que promueve el uso de transgénicos y defienden la agrobiodiversidad del país, exigiendo una legislación para proteger las semillas nativas.
Diversos gremios agrarios del país han manifestado su rechazo al proyecto de ley 09475/2024-CR, impulsado por los congresistas Alejandro Cavero, Adriana Tudela y Edward Málaga, que propone anular la moratoria a los transgénicos en Perú. Según los opositores, esta medida pondría en peligro la agricultura tradicional y la biodiversidad del país, lo que afectaría gravemente a los pequeños agricultores. En respuesta, los gremios han anunciado una iniciativa para proteger las semillas nativas, consideradas un patrimonio natural invaluable.
El proyecto, actualmente en discusión en la Comisión Agraria del Congreso, busca modificar la norma 27104 para permitir el uso de organismos modificados genéticamente (OVM) y fomentar la competitividad agrícola. Luis Cruz, gerente de la Convención Nacional del Agro (Conveagro), advirtió que levantar la moratoria pondría en riesgo la agrobiodiversidad y la economía de los pequeños productores, quienes son esenciales en la producción de alimentos en el país. Cruz también señaló que esta medida podría comprometer la reputación de Perú como un país biodiverso y libre de transgénicos, lo cual ha favorecido la exportación de productos orgánicos.
Por su parte, Ángel Villavicencio, coordinador de ‘Cultivando el cambio’ de Fovida, destacó que la introducción de los OVM podría alterar el equilibrio natural y desplazar los productos nativos. Criticó la postura del Ministerio de Agricultura (Midagri), que argumenta que el sector agropecuario ha crecido en productividad y exportaciones. “Si todo va bien, ¿por qué traer transgénicos a Perú?”, cuestionó.
Además, organizaciones agrarias del Grupo Impulsor de Semillas Nativas (Grisen) están trabajando en una propuesta para proteger las semillas nativas, respaldada por las legisladoras Sigrid Bazán y Heidy Juárez. Esta propuesta busca integrar las semillas nativas en programas de seguridad alimentaria, asegurar la participación comunitaria y fortalecer su comercialización.
Aurora Coronado, de la Fenmucarinap, subrayó la importancia de esta iniciativa, que proviene de los pueblos indígenas y tiene como objetivo recuperar los saberes ancestrales y proteger las tradiciones agrícolas. «No queremos transgénicos», afirmó, destacando que, aunque la agricultura familiar abastece el 83% de los alimentos consumidos en el país, aún no existe una norma que proteja las semillas nativas.
Fuente: La República / 12/02/2025
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