
La feria navideña más emblemática del sur andino reúne tradición, creatividad y espiritualidad, convirtiéndose en un símbolo cultural que trasciende generaciones y fronteras.
Cada 24 de diciembre, la Plaza de Armas de Cusco se transforma en un escenario único, el Santurantikuy, feria de arte popular que desde hace más de cinco siglos acompaña la víspera de Navidad en la antigua capital incaica. Su nombre proviene del quechua santu (santo) y rantikuy (comprar), y refleja la esencia de esta celebración: adquirir imágenes religiosas y artesanías que enriquecen los nacimientos familiares y comunitarios.
Lo que comenzó en tiempos coloniales como un mercado de santos tallados para los hogares cusqueños, hoy es considerado la feria de arte popular más importante de Sudamérica. Artesanos de distintas regiones del país llegan para ofrecer piezas únicas: tallas en madera, retablos, cerámicas, textiles y adornos que combinan técnicas ancestrales con propuestas contemporáneas.
El Santurantikuy no es solo un espacio de comercio, sino también de encuentro cultural. Familias enteras recorren los puestos en busca de figuras para sus nacimientos, mientras turistas descubren la riqueza artesanal del Cusco. La Empresa Municipal de Festejos (EMUFEC) organiza además concursos de nacimientos cusqueños y actividades artísticas que complementan la feria, reforzando su carácter comunitario.
Más allá de la compra de artesanías, el Santurantikuy simboliza la unión entre tradición y modernidad. Cada pieza elaborada por los artesanos transmite un mensaje de identidad y continuidad cultural. Esta feria recuerda que la Navidad no se limita a las luces y los villancicos, sino a mantener viva la memoria y las tradiciones de su pueblo.
Fuente: CuscoPeru /24/12/2025
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