La doctora en Química, Angélica Baena, lidera un grupo de investigación en la UNI donde el 50% son mujeres.
Su pasión por la ciencia nació cuando era pequeña en su natal Colombia. Sin embargo, sus sueños de ser una destacada científica casi se vieron truncados cuando a los 17 años salió embarazada y fue madre soltera. Con el apoyo de su familia logró culminar sus estudios hasta convertirse en doctora en Química. Hoy, a sus 39 años, lidera importantes proyectos científicos en la UNI y uno de los laboratorios en la Facultad de Ciencias donde el 50% son mujeres.
Por estos días, la doctora Angélica Baena tiene motivos para celebrar pues una de sus alumnas finalizó su tesis de maestría en Química y le muestra orgullosa que todo el esfuerzo valió la pena. “Que venga una de mis estudiantes y me traiga su tesis ya finalizada es una satisfacción tan grande, que no tengo palabras para describirlo”, comenta emocionada la doctora Baena para la Agencia Andina.
Ambas sonríen y se toman fotos para perennizar el momento en el Laboratorio de Electroquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde investiga la doctora Baena y la mayoría de sus estudiantes son mujeres. En ese ambiente lleno de equipos, probetas, microscopios y máquinas para los ensayos científicos se emprenden una serie de proyectos, el más representativo es el de supercapacitores.
Proyectos sostenibles
“Los supercapacitores son dispositivos que almacenan energía como las pilas o las baterías pero la diferencia es que estos almacenan esa energía en segundos y pueden entregar esa energía también en segundos. Yo puedo combinar las baterías y los supercapacitores para que uno compense las desventajas del otro. Por ejemplo, esto se puede usar en vehículos eléctricos para el arranque porque se necesita energía rápida”, explica la investigadora de la UNI a la Agencia Andina.
Asimismo, señala que la energía que almacena estos dispositivos es energía renovable para ello vienen utilizando diversos desechos o residuos como coronta de maíz morado, cáscara de naranja, pepas de durazno, pepas de ciruela, bagazo de caña de azúcar, cáscara de pistacho y hasta algodón.
“Nosotros ahora estamos muy comprometidos con la economía circular, el medio ambiente, el cambio climático y los objetivos de desarrollo sostenible. Se trata de utilizar y no desechar, sino darle un nuevo uso. Hemos trabajado con diversas biomasas, incluso ya estamos trabajando con biomasas animales como el estiércol de alpaca, de llama, vaca y hay un estudiante que quiere trabajar con estiércol de conejo”, enfatiza.
Para continuar con el proceso esos desechos los convierten en carbón activado y desarrollan los electrodos que van al interior de estos dispositivos. Hasta el momento los prototipos que han obtenido son supercapacitores muy parecidos a las pilas que usan los relojes. La idea es escalar a supercapacitores que permiten cargar un scooter y luego ir a aplicaciones más grandes como vehículos eléctricos.
Con más publicaciones científicas
A sus 39 años, la doctora Baena Moncada no solo lidera importantes proyectos sostenibles para el país, durante los dos últimos años 2022 – 2023 también ha sido catalogada como una de las investigadoras con mayor publicaciones en Scopus, la reconocida base de datos y referencias bibliográficas de revistas científicas. Tan solo en el 2023, Baena ha publicado entre 10 a 12 artículos.
Los logros continúan. El año pasado uno de los proyectos que lidera obtuvo la patente de invención luego de cinco años de espera. Se trata del primer sensor que existe en el mundo para detectar y analizar el cianuro libre y el cianuro WAD en tiempo real a fin de brindar confianza a la población sobre la calidad del agua que están consumiendo.
“La ciencia a veces tarda en dar frutos, pero cuando la recompensa llega es muy valiosa y hermosa”, señala la investigadora.
Gracias tu mensaje ha sido enviado.
Te contacteremos a la brevedad posible.
Déjanos tus datos y nosotros te contactaremos. Los campos son obligatorios.